Has sentido alguna vez que te despertabas y habías quedado atrapado / atrapada dentro de un pesadilla?
Se trata de una alteración del sueño que afecta a 1 de cada 1000 personas. Se conoce con el nombre de parálisis del sueño y se produce cuando el cerebro se despierta antes que el cuerpo, es decir, que recuperamos la conciencia antes de que hayamos recuperado la movilidad del cuerpo.
Cuando tenemos una parálisis del sueño experimentamos una paralización de todos los músculos del cuerpo y de la laringe, excepto de los ojos y del sistema respiratorio. Por lo tanto, aunque estemos totalmente conscientes de todo lo que está pasando a nuestro alrededor, no podemos llegar a movernos ni a hablar. Estos episodios suelen tener una duración corta, que puede ir de unos segundos hasta varios minutos- que se suelen hacer eternos-, cuando el cuerpo se despierta y recuperamos la normalidad.
Este fenómeno se produce cuando nos despertamos durante la fase profunda del sueño conocida como Fase REM (Rapid Eye Movement), la fase en la que tenemos más actividad cerebral y se producen los sueños, y en la que hay una total suspensión de las funciones motoras.
Aunque la parálisis del sueño no supone ningún peligro para nuestra salud física, podemos llegar a vivir esta situación con mucha angustia, dado que a veces también podemos experimentar alucinaciones visuales, auditivas o táctiles, estímulos que vivimos como muy reales .
Como si nuestros sueños se escaparan de la fase REM y entraran en nuestra vigilia, a veces podemos percibir imágenes confusas, una o varias presencias que nos observan o interactúan con nosotros, varios objetos o seres vivos, algunos de ellos conocidos o familiares. Podemos sentir diversos ruidos o voces humanas, o notar que alguien nos toca o presiona alguna parte del cuerpo. También podemos experimentar la sensación de flotar por encima de nuestro cuerpo o de ser arrastrados, llegando a tener una experiencia extracorpórea.
La parálisis del sueño puede ser un recurso de la mente para iniciarse en el conocimiento del mundo astral, para comunicarse con los seres de luz o para verlos, para tener experiencias fuera del cuerpo experimentadas como reales y en plena consciencia, permitiendo que se produzca una expansión de nuestra consciencia.
Cuando nos encontramos en uno de estos episodios de parálisis del sueño debemos intentar relajarnos para evitar aumentar la ansiedad, ser conscientes de que se trata sólo de una situación temporal, distanciarnos emocionalmente en la medida de lo posible de todo lo que estamos viendo o experimentando intentando controlado el miedo, y enfocarnos en un sentimiento positivo, recordándonos a nosotros mismos que en breves momentos llegaremos a despertarnos y que, aunque las cosas que estamos viendo ante nosotros nos causen una verdadera angustia, en realidad en ningún momento corremos ningún peligro.