El I Ching o Libro de los cambios, es un oráculo que se ha utilizado tradicionalmente en China desde hace miles de años como un método para predecir el futuro a la vez que como herramienta filosófica, y sirve tanto para encontrar respuestas a cuestiones de la vida cotidiana como para ayudarnos a tomar decisiones trascendentales para nuestro destino.
Se dice que fue compuesto hace más de tres mil años por un rey y su hijo bajo la supervisión de un monje taoísta. Una antigua leyenda sitúa el origen del I Ching hacia el 3000 a. C. cuando el emperador de la antigua China, Fu-Xi paseaba por la orilla de un río y vio salir de sus aguas un dragón de escamas negras y blancas que estaban distribuidas de una manera muy especial, formando unas figuras geométricas que fascinaron al sabio emperador, que se dedicó a interpretar los extraños signos inspirados en las escamas del dragón, dando lugar a un texto filosófico y reflexivo con un intento de comprender cómo y por qué se producen los cambios en la vida de un individuo.
Hace varios miles de años los sabios de la antigua China por medio de la observación de la naturaleza llegaron a la conclusión de que el mundo es un eterno flujo de cambio, el resultado de la interacción de dos fuerzas primigenias: el yin y el yang, dos fuerzas opuestas y al mismo tiempo complementarias entre ellas, que forman a la vez una sola unidad y que se atraen entre ellas.
De estas enigmáticas combinaciones de líneas continuas y discontinuas, se dice que surgió el oráculo chino o Libro de los cambios. El I Ching consta de 64 signos de 6 líneas cada uno, denominados hexagramas. Se trata de un lenguaje compuesto por signos representados por hexagramas, constituido por líneas contínuas y líneas discontinuas con la calidad de mutantes y no mutantes. El concepto de mutación se basa en un concepto cíclico de la vida, según una concepción del tiempo circular, de modo que en el hoy es posible saber lo que va a pasar mañana, partiendo de la base de que la eternidad es en realidad, un continuo presente.
El método oracular es muy simple: consiste en pensar una pregunta y lanzar 3 monedas a las que se les asigna un valor determinado, trasladando los resultados de la respuesta a los símbolos del I Ching. Para obtener una respuesta, cada tirada genera una de las 6 líneas de las que consta el hexagrama. Estos 64 hexagramas del I ching son una descripción de las diferentes formas en que las situaciones pueden evolucionar. Los hexagramas describen las etapas del cambio y nos indican cómo actuar para mantenernos en cada momento a la altura de las circunstancias cambiantes. El I Ching responde una pregunta con 1 o bien con 2 hexagramas, relatando una historia que es también una lección práctica y moral sobre cómo proceder en una situación determinada. El consultante debe aplicar esta historia a su situación, tratando de entender qué parte le corresponde y cómo es posible influenciar de forma positiva en el resultado final.
Escrito en un estilo poético y lleno de metáforas, el I Ching puede leerse como una recopilación de sabios preceptos o de forma poética, como un oráculo que revela el inconsciente del consultante. Se trata de un libro de la vida que contiene una explicación a todas las leyes del universo que gobiernan todas las cosas, y sobre cómo debe comportarse el ser humano para continuar en armonía con estas leyes. Según la filosofía taoísta basada en el conocimiento intuitivo de las leyes descubiertas por los sabios de la antigüedad el cambio es inevitable, y lo único seguro que obtendremos en nuestra vida es el estado natural del mundo y de todos los seres vivos, que se encuentran inmersos en el flujo cambiante por naturaleza de los eventos.