La Kundalini es una energía de desarrollo energético que provoca un despertar, un proceso evolutivo que conduce a un estado de evolución espiritual y a un elevado nivel de conciencia.

La palabra «kundal», que viene del sánscrito y significa «enroscada», se refiere a la energía cósmica que todos tenemos desde el nacimiento y que podemos llegar a expandir a medida que crecemos en conciencia.

En el momento que se activa este flujo de energía que reposa en la base de la columna vertebral y que se mantiene enroscada como una serpiente, va elevándose por la médula espinal a través de todos los chacras o centros energéticos hasta llegar a la cima de la cabeza, activando la glándula pineal y la capacidad de percibir la propia energía, llegando a desarrollarse habilidades psíquicas que todos tenemos latentes, como la intuición, la clarividencia o la telepatía.

Se trata de un proceso evolutivo paulatino de transformación de la personalidad humana, que trabaja a un nivel físico y mental, mejorando las células del cerebro y del cuerpo físico, que también permite desarrollar la fuerza mental y las habilidades creativas, o encontrar nuestro propósito de vida.

Al despertar la energía kundalini, se generan toda una serie de experiencias que permiten que se produzca ese despertar de la conciencia.

Esta energía tan poderosa sólo puede fluir libremente si los chacras no se encuentran bloqueados por problemas emocionales o conflictos mentales debidos a los traumas o heridas del pasado. El flujo ascendente de la energía kundalini actúa a lo largo de toda la columna para purificar cada chacra y superar todos estos bloqueos, a la vez que mejora la salud de los órganos asociados a cada centro energético.

Se generan una serie de síntomas que si no se controlan pueden afectar al bienestar físico y psicológico de la persona. Algunos de los síntomas físicos más comunes son una sensación de calor a lo largo de toda la columna, dolores físicos instensos en la cabeza, en el pecho y en la columna, espasmos y contracciones musculares, aumento de la frecuencia cardíaca o molestias en las articulaciones.


En el aspecto psicológico, se pueden producir diversos desequilibrios emocionales, como el miedo y la ansiedad, cambios en la personalidad, enajenación del propio cuerpo y desconexión del mundo, confusión, visiones aterradoras y alucinaciones visuales y auditivas diversas que pueden llevar a desórdenes mentales, cambios, desórdenes o bloqueos en el flujo de la energía sexual, u orgasmos cerebrales y genitales espontáneos.

A medida que se avanza en el despertar de la kundalini, aumenta nuestra conexión con el mundo espiritual y se puede activar la visión del aura, desarrollar poderes de sanación, tener visión de vidas pasadas, entrar en estados de trance profundo, conectar con los seres de luz o tener experiencias conscientes de fuera del cuerpo.

Cuando la energía kundalini activa el séptimo chacra se pueden llegar a producir experiencias místicas y de profundo trance, y con el tiempo y un intenso trabajo espiritual llegar a la iluminación espiritual.

La energía de la serpiente ha venido a despertarnos, a reconectarnos con los demás y con nosotros mismos y con la vida, a ayudarnos a recuperar nuestra esencia divina.

Llega un momento en que ya no te aferras a nada: ni religión, ni imposiciones sociales, ni família… nada que conlleve drama u oprima el corazón. Entonces dejas fluir con naturalidad, en lo simple, en lo sencillo y cotidiano, cubriendo tus mínimas necesidades, porque sientes que todo lo demás sobra. Te alivianas. No es depresión, no es tristeza, no es desgano, no es apatía ni indiferencia, sino que se trata de un soltar todo lo que ya no es necesario en la vida. Pero se camina con los valores humanos, siempre, y se sienten dentro, cada vez más claros, de forma natural y sin forzar nada. Se mira con otros ojos lo que antes no se veía, aunque, a veces, se suben tres escalones y se bajan dos. Es un regalo de la vida para mí, pero el camino es muy arduo y sobretodo solitario. Creo haber anhelado toda mi vida unir mis partes yin y yang e ir por el camino del medio, trascendiendo la dualidad, la ilusión, el gran sueño o juego de este plano. En una palabra: salir de la Matrix o encontrar la Verdad de la Vida.
El despertar de la energía mística, Víctor F. Monforte.

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